Por qué luchó el Cid
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Rodrigo Díaz de Vivar (hacia 1043-1099) fue un noble castellano y jefe militar de la España medieval. Los moros le llamaban el Cid (el Señor) y los cristianos el Campeador. Es el héroe nacional de España. Nació en Vivar del Cid, un pueblo cercano a la ciudad de Burgos.
Nacido como miembro de la nobleza menor, el Cid se educó en la corte del emperador español Fernando el Grande y sirvió en la casa del príncipe Sancho. Llegó a ser comandante y abanderado real (armiger regis) de Castilla tras la ascensión de Sancho en 1065. Dirigió las campañas militares castellanas contra los hermanos de Sancho, los gobernantes de los reinos de León y Galicia, así como contra los reinos musulmanes de Andalucía. Se hizo famoso por su destreza militar en estas campañas y contribuyó a ampliar el territorio castellano a costa de los musulmanes, al tiempo que expulsaba a los hermanos de Sancho de sus tronos. Sin embargo, esto acabó poniéndole en una situación difícil cuando, en 1072, Sancho murió repentinamente sin descendencia, dejando a su hermano, Alfonso, como único heredero y gobernante del imperio reunificado. Aunque el Cid continuó sirviendo a la corona en la persona de Alfonso, que ahora era emperador de España, perdió su estatus en la corte y fue objeto de sospechas. Finalmente, en 1081, se le ordenó el exilio.
Museo de la espada del Cid
Las espadas Tizona y Colada pertenecieron al caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como “El Cid Campeador” en el siglo XI. Fue el prototipo de caballero y leal vasallo que participó con su rey, Alfonso VI, en la conquista de Toledo. Posteriormente, el Cid conquistó a los árabes (moros) la ciudad y el reino de Valencia, que gobernó hasta su muerte en 1099. El Cid fue un gran héroe de guerra, un soldado de fortuna superior y extremadamente exitoso, que aparentemente nunca perdió una batalla. Hasta hoy, Rodrigo Díaz de Vivar es conocido como un héroe de la España cristiana, debido a sus excelentes logros en la Reconquista de España a los moros. Su título, El Cid Campeador, deriva de: “El Cid” , un título morisco de respeto, del árabe al sayyid “Señor”; “Campeador” es español para “Campeón”.
La Espada El Cid Colada de Marto de Toledo España tiene una hoja de acero toledano de doble filo, con grabado en oro de 24K en su parte superior. La empuñadura es de metal fundido niquelado con quillones retorcidos y protector de nudillos, empuñadura envuelta en una cuerda de metal con el pomo asférico.
Tizona y colada
Colada es una de las dos espadas más conocidas, junto con Tizona, del Cid Campeador. Ganada en combate al Conde de Barcelona, la espada fue regalada (junto con Tizona) a sus yernos. Según los versos heroicos del Cantar de mio Cid, después de que sus yernos golpearan a sus hijas y las abandonaran en el camino, el Cid pidió que le devolvieran sus regalos. Después, otorgó la espada a uno de sus caballeros, Martín Antolínez.
Aunque se duda de su autenticidad, en el Palacio Real de Madrid se conserva una espada llamada Colada y tradicionalmente identificada con la del Cid, con el añadido de una empuñadura del siglo XVI. Hay que añadir que la espada del Cid se exhibe en el Museo como la Espada “Tizona”, el nombre de Colada podría haber sido fácilmente designado por la cultura popular ya que los bardos de la época compartían historias de carácter folclórico que estaban lejos de estar basadas en hechos históricos.
Al igual que Tizona, Colada aparece en el poema épico Cantar de mio Cid como una espada que asusta a los adversarios indignos si la empuña un guerrero valiente. El Cid regala la espada a Martín Antolínez, que la utiliza en el duelo contra el infante Diego González.
Valor de la espada Colada del cid
Rodrigo Díaz de Vivar fue un caballero español nacido en el año 1043, y es el héroe nacional de España. Es quizás más conocido como “El Cid Campeador”, (El Cid significa El Señor, o Maestro, y Campeador significa El Campeón, un título honorable raramente dado a un hombre en vida).
Una vez convertido en caballero, Rodrigo pronto se distinguió de tal manera que fue nombrado comandante del ejército castellano bajo el mando del rey Sancho II. Rodrigo demostró su valía en varias batallas en las que el ejército castellano salió siempre victorioso bajo su hábil liderazgo, y fue durante este tiempo cuando se ganó el título de El Cid, así como el título honorífico de Campeador.
El rey Sancho fue asesinado en 1072, y su hermano menor, Alfonso, subió al trono. Como se sospechaba que Alfonso era el responsable de la muerte de Sancho, Rodrigo le hizo jurar públicamente que no había tenido nada que ver con la muerte de su hermano antes de reconocerlo como su rey. En una escena muy dramática, Alfonso juró que era inocente de la sangre de su hermano y fue así aceptado como rey de Castilla. Aunque el juramento le había valido la aceptación voluntaria de sus vasallos, el rey Alfonso le echó en cara al Cid que le hubiera desafiado públicamente, por lo que a la primera oportunidad desterró injustamente a Rodrigo de Castilla.