La guerra civil española explicada de forma sencilla
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La guerra fue una de las más duras a las que se ha enfrentado España. Tras la victoria nacionalista, una dictadura gobernó el país durante casi 40 años, desde 1939 hasta 1975, cuando murió el dictador español Francisco Franco. Aunque el bando de Franco había recibido ayuda alemana durante la Guerra Civil española, decidió no implicarse directamente en la Segunda Guerra Mundial porque España estaba en pésimas condiciones tras sufrir la guerra civil. El único apoyo que España envió a Alemania fue un pequeño grupo de voluntarios.
España sufrió un continuo aislamiento internacional durante toda la dictadura de Franco, pero se debilitó con los años. El dictador español quería que el país fuera reconocido por la comunidad internacional, y poco a poco el pueblo empezó a ver ciertas mejoras en su vida social. En la década de 1950, España fue aceptada como miembro de las Naciones Unidas. Luego, en 1970, Franco nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor.
Voluntarios soviéticos en la guerra civil española
Guerra Civil EspañolaArchivo:Испанская 11 интербригада в бою под Бельчите. 1937.jpgBrigadistas internacionales republicanos en la batalla de BelchiteFecha17 de julio de 1936 – 1 de abril de 1939(2 años, 8 meses, 2 semanas y 1 día)LugarEspaña continental, Marruecos español, Baleares, Mediterráneo, Guinea española, Mar del NorteResultado
La Guerra Civil española[nb 2] se libró del 17 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939 entre los republicanos, leales a la República española establecida, y los nacionalistas, un grupo rebelde dirigido por el general Francisco Franco. Los nacionalistas se impusieron y Franco gobernó España durante los siguientes 36 años, desde 1939 hasta su muerte en 1975.
Los nacionalistas avanzaron desde sus bastiones en el sur y el oeste, capturando la mayor parte de la costa norte de España en 1937. También asediaron Madrid y la zona del sur y el oeste durante gran parte de la guerra. Con la captura de grandes partes de Cataluña en 1938 y 1939, la guerra terminó con la victoria de los nacionalistas y el exilio de miles de españoles de izquierdas, muchos de los cuales huyeron a campos de refugiados en el sur de Francia. Los asociados a los republicanos perdedores fueron perseguidos por los nacionalistas vencedores. Con el establecimiento de una dictadura fascista dirigida por el general Francisco Franco tras la guerra, todos los partidos de derechas se fundieron en la estructura del régimen franquista[5].
España republicana
Nota sobre los términos: a los partidarios del gobierno español durante la Guerra Civil se les suele llamar republicanos (entre los líderes republicanos se encuentran Francisco Largo Caballero y Juan Negrín); a los partidarios del golpe militar contra el gobierno se les suele llamar nacionalistas (entre los líderes nacionalistas se encuentran el general Francisco Franco y el general Emilio Mola).
El levantamiento militar es derrotado en Madrid y Barcelona. Marruecos, Galicia, Navarra, Castilla la Vieja y Sevilla quedan pronto bajo el control de los rebeldes. El pretendido líder del golpe, el general Sanjurjo, muere al estrellarse el avión que lo transportaba de Portugal a España.
Miembros de la Guardia Civil y cadetes militares son asediados en la ciudadela del Alcázar, en Toledo, por fuerzas progubernamentales. Después de más de dos meses el asedio es levantado por las tropas nacionalistas al mando del general Franco.
Los gobiernos francés y británico proponen y promueven un acuerdo de “no intervención” que prohíbe la intervención militar de otros países en España. Los principales gobiernos (entre ellos los de Portugal, Alemania, Italia y la Unión Soviética) están de acuerdo en principio. En la práctica, Alemania, Italia y la Unión Soviética siguen enviando suministros militares durante toda la guerra.
Brigadas internacionales
Rápida polarización de la política a principios y mediados de los años treinta. La izquierda veía que el ejército, las grandes empresas, la iglesia y las fuerzas armadas coloniales españolas se aliaban con el nazismo y el fascismo para destruir la democracia. Ciertamente, la Iglesia, la Guardia Civil y el Ejército eran importantes fuerzas centralizadoras que querían una España unida bajo un gobierno autoritario. Por el contrario, la derecha fascista veía una necesidad cada vez más desesperada de librar a España del bolchevismo, la masonería, el anarquismo en forma de la FAI, el separatismo en Cataluña y el País Vasco, una clase arraigada y corrupta de políticos democráticos y, por último, empresarios corruptos y explotadores que provocaban la injusticia social.
Económicamente España estaba subdesarrollada. Algo de industria y por tanto clase media nacionalista liberal en Barcelona (algodón) y País Vasco (siderurgia). Minifundio agrícola en el centro y norte, explotaciones medianas Cataluña, grandes latifundios en Castilla, Extremadura, Analucía, con un 75% de población sin tierra o aparceros. Depresión mundial a partir de 1929 provoca crisis en la agricultura, agudizada por la sequía de 1935 y las tormentas de 1936 que destruyen las nuevas cosechas. Desempleo y radicalización de los trabajadores industriales.